El viernes 2 de junio tuvo lugar en el centro musulmán Ahlulbait de Madrid un acto de conmemoración del 34 aniversario del fallecimiento del imán Jomeini. El acto, que estuvo auspiciado por la Consejería Cultural de la Embajada de la República Islámica de Irán en España, contó con la presencia de un grupo de residentes iraníes, españoles interesados ​​en la Revolución islámica y musulmanes de Irak y Afganistán.

El primero que tomó la palabra en el programa, que comenzó con la recitación de algunas aleyas coránicas, fue Mohammad Mahdi Ahmadi, consejero cultural de la de la embajada de la R.I. de Irán España, que manifestó que de todas las iniciativas que tuvo el Imam Jomeini, la más importante fue el establecimiento del sistema de la República Islámica y señaló que “entre los sistemas políticos que se han formado en los últimos dos siglos, no se sabe de ninguno que tenga tantos enemigos como este y ante la cual opresores e imperialistas se vean tan en peligro”. Ahmadi calificó a la República Islámica de “hueso en la garganta de sus enemigos” y sentenció que el secreto de su supervivencia “a pesar de la hostilidad sufrida y de lo bien pertrechados con armas de todo tipo que están sus enemigos se resume en dos palabras: República e Islámica”. El diplomático iraní explicó que república es por la presencia entusiasta del pueblo como uno de los cimientos del sistema, e islámica por confiar en Dios y en las leyes divinas”.

“Otra característica del Imam fue que no abandonó a las personas cuando asumió liderazgo y que determinó la dirección y el objetivo de la sociedad de acuerdo con las condiciones sociales. En las luchas previas a la revolución, el Imam hizo que el pueblo combatiese la tiranía y el colonialismo norteamericano. Tras la revolución, la posición anticolonial y antiimperialista del Imam fue nuevamente el objetivo que le puso él al pueblo. Durante la guerra, atendiendo a las circunstancias, el imam determinó cuál era el campo de batalla. Sin embargo, en diferentes etapas, el Imam también definió el campo de batalla, enseñó a la gente dónde estaba éste y cuál era el objetivo principal”, agregó.

El consejero cultural iraní terminó su intervención diciendo que “ahora sabemos que la supervivencia de la revolución islámica depende de estas dos palabras: república e Islam, o sea, genuinidad de un pueblo y creencia sincera en los fundamentos religiosos. Es por ello que el enemigo trata de vapulear estos dos pensamientos para por un lado hacer que la gente pierda la esperanza, y por otro, mostrar el islam como algo ineficaz. Para preservar la república y el islam es necesario seguir el liderazgo como guardián de la Revolución Islámica. De la misma forma que el secreto de la victoria del pueblo fue seguir al Imam Jomeini, la supervivencia de la revolución islámica con su verdadera naturaleza se preserva con el liderazgo y la posición del Líder Supremo, el Ayatolá Jamenei”.

Seguidamente tomó la palabra Abdel Ghani Al Muammar, presidente y fundador del Centro Ahlulbait, quien expresó su opinión sobre los efectos del Imam Jomeini y la Revolución Islámica. “El Imam Jomeini lideró un gran cambio en el mundo con su revolución islámica y abrió una tercera vía para la humanidad. Entonces no había más que dos caminos. Una forma era ceder a la voluntad del imperialismo y servir al pensamiento capitalista, que veía en el flujo financiero y de capitales el eje de todo, y la otra era el comunismo y el socialismo, que habían hecho al hombre esclavo de un sistema bajo el pretexto de la justicia”.

Al Muammar siguió explicando que “fue entonces cuando el Imam presentó una nueva forma de pensar, cuyo lema no era ni oriental ni occidental, y de ella surgió el gran fenómeno de la Revolución Islámica. Esta nueva opción iba muchos más allá que las dos anteriores y valoraba mucho más al hombre y su dignidad”.

El presidente de Ahlulbait manifestó que “el Imam Jomeini fue como un Che Guevara para los países latinoamericanos, un Malcolm X y un Martin Luther King para América y un Nelson Mandela para África. Su forma de pensar y la nueva senda que introdujo tocaron los corazones y las almas de las personas y las conmovieron”.

El último en intervenir fue Yusuf Fernández, secretario del Consejo Islámico de España, quien señaló las diferencias entre la revolución islámica liderada por el Imam Jomeini y otros acontecimientos regionales, y explicó que “la Primavera Árabe en los países del norte de África y Medio Oriente fracasaron en la mayoría de ellos porque sus líderes no eran sabios ni pensadores como lo fue el Imam Jomeini y carecían de profundidad en su visión”.

Fernández continuó diciendo que hoy, con la formación de nuevos bloques en el mundo como el BRICS y los esfuerzos por acabar con el dominio del dólar en la economía mundial, vemos cómo la solución del Imam Jomeini está ganando gradualmente atención entre los países y que el camino que inició él hace cuarenta años con el énfasis en la independencia de las potencias mundiales está ganando terreno.

Fernández remachó su discurso resumiendo parte de los logros del Imam Jomeini en tres puntos: primero, su hincapié en el islam y en la islamidad de su revolución, segundo, hincapié en la independencia de la revolución y del sistema islámico la cual le libraba de estar bajo el mandato económico, cultural y político de las grandes potencias, y tercero hincapié en la ciencia, lo cual ha propiciado que hoy Irán haya hecho enormes progresos científicos y tecnológicos que han hecho que no solo pueda cubrir sus propias necesidades sino también aumentar de forma considerable su poder defensivo y disuasorio.