Entrevista con Yusuf Fernández, investigador español, con ocasión del 44 aniversario de la Revolución islámica de Irán
- ¿Hasta qué punto está familiarizado con los desarrollos científicos en Irán tras la victoria de la Revolución islámica, como la nanotecnología, la medicina, la espacial y similares?
ENTREVISTA A YUSUF FERNÁNDEZ ORDOÑEZ
- ¿Hasta qué punto está familiarizado con los desarrollos científicos en Irán tras la victoria de la Revolución islámica, como la nanotecnología, la medicina, la espacial y similares?
Irán ha cosechado grandes éxitos en diversos campos industriales y tecnológicos en los últimos años, incluyendo la industria militar, en especial los misiles y drones, y otros campos como la nanotecnología y la medicina. También es uno de los pocos países que han fabricado y colocado en órbita satélites. Y todo ello ha sido realizado por los esfuerzos de especialistas iraníes y en base a las capacidades nacionales. Irán ha buscado en este sentido desarrollar la industria del conocimiento y esto es básico para garantizar la independencia y soberanía de un país. Y hay que resaltar también que todo ello se ha realizado en el contexto de las sanciones estadounidenses.
- ¿Cómo valora usted el papel y la posición de Irán en el despertar de las naciones musulmanas del mundo y reivindicadoras de la libertad frente a algunas políticas coloniales y explotadoras de los occidentales?
Irán es hoy el país musulmán que ha tomado una posición más destacada en la defensa del mundo musulmán en contra de las acciones de las potencias occidentales, y su aliado el régimen sionista. El objetivo de estas políticas occidentales es mantener el control político y económico de las naciones musulmanas e impedir el surgimiento de un estado fuerte en la región de Oriente Medio, que pueda suponer un riesgo para la hegemonía de Israel. Sin embargo, Irán ha desarrollado sus capacidades y contribuido a desarrollar las de otros países de la región para crear un eje de resistencia que permita a los pueblos musulmanes defenderse de tales políticas y fijar las condiciones para la defensa de su soberanía e independencia. Asimismo, Irán ha fomentado la unidad de los países del mundo islámico con el fin de hacerles ganar fuerza y neutralizar los intentos hegemónicos occidentales dirigidos contra ellos.
- En su opinión, considerando el incumplimiento de promesas de EEUU en asuntos varios, especialmente la salida del acuerdo nuclear con Irán y de algunos tratados internacionales, ¿es Washington una parte confiable para cualquier acuerdo y negociación?
La actitud de EEUU ante el Plan de Acción Integral Conjunta ha mostrado que Washington viola las leyes internacionales y los tratados de forma habitual y solo los respeta cuando va en ello sus propios intereses. Esto ha sucedido con el tema del acuerdo nuclear y con diversos tratados de armas a nivel internacional. Al mismo tiempo, sigue permitiendo que su aliado israelí viole de forma continuada las leyes internacionales, incluyendo las resoluciones de la ONU, que le obligan a la retirada de los territorios palestinos ocupados en 1967. Todo ello indica que Washington no se siente obligado por las normas internacionales y los tratados que firma y solo busca utilizarlos para culpar a otros de no cumplirlos, en una postura abiertamente hipócrita. Si EEUU regresa al PAIC no hay ninguna garantía de que el Congreso de EEUU respete sus cláusulas o que otra administración distinta en el futuro vuelva a salirse de él.
- ¿Cuáles son las razones de la difusión de la iranofobia y la islamofobia por parte de algunos países occidentales y el apoyo a quienes fomentan estas políticas?
Las políticas de iranofobia son el resultado de la postura independiente que Irán ha adoptado en sus relaciones con otros países. Así, mientras la mayoría de medios ignoran o restan importancia a las protestas continuas que suceden en Perú, Francia, Reino Unido y otros países, que mantienen políticas alineadas con Washington, otorgan titulares amplios en sus medios a cualquier protesta o disturbio en Irán o en otros países que no siguen las directrices occidentales. Esto supone que estos medios están al servicio de sus gobiernos, que están descontentos con las políticas independientes de Irán, un país que no se doblega a su hegemonía. En lo que se refiere a la islamofobia, los países occidentales albergan a muchos círculos políticos influyentes que ven con desconfianza el crecimiento de las comunidades musulmanas en su suelo porque no creen en la libertad y tolerancia religiosa y saben que el islam promueve la lucha contra el colonialismo y hegemonismo y las políticas laicistas que sostienen dichos círculos y que buscan erradicar la religión del espacio público. Pese a tales políticas, el islam sigue creciendo y se perfila pronto como la mayor religión del mundo.
- Según usted, ¿por qué actuaciones como la quema del Corán y el blasfemar contra el Islam es apoyado por los países occidentales? ¿Puede ser efectivo el apoyo a este tipo de acciones para el fracaso de algunas de sus políticas relacionadas con los asuntos de la región e internacionales?
La quema del Corán en países europeos parte de círculos políticos de extrema derecha, que utilizan la islamofobia para intentan ganar réditos políticos a través de los mensajes de odio y miedo. El problema es que los gobiernos europeos mantienen una postura hipócrita en relación a estos hechos afirmando que no pueden intervenir para detenerlos porque entran dentro de la “libertad de expresión”. Sin embargo, en los casos de burlas a la familias reales o de negación del Holocausto, por poner dos ejemplos, estos actos han sido criminalizados en la ley, incluyendo con penas de cárcel. Por lo tanto, esto demuestra que los países occidentales sí han fijado límites a la libertad de expresión, pero consideran que la religión islámica y los sentimientos de los musulmanes no son considerados bienes jurídicos que haya que defender.
- Últimamente hemos visto cómo algunos países árabes han establecido relaciones con Israel. Teniendo en cuenta de que Israel no cumple con ninguno de sus compromisos internacionales ni tampoco reconoce oficialmente los derechos de los palestinos, ¿qué consecuencias puede tener para la región y para Palestina lo que hacen esos países árabes?
Los procesos de normalización han sido llevados a cabo por cuatro países árabes -Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Marruecos y Sudán-, pero no han tenido mayores repercusiones, ya que la mayoría de estos gobiernos ya tenían anteriormente relaciones ocultas con Israel, que ahora han salido a la luz. Esto es el resultado de la acción de unos gobiernos que buscan “recompensas” políticas de EEUU, que fue el que medió para lograr que ellos aceptaran la normalización, pero tales proyectos son rechazados por la población, que los considera una traición a la causa palestina. Una reciente encuesta mostró que el 84% de personas en los países árabes se oponen a la normalización. Y en los dos países que establecieron anteriormente relaciones con el régimen israelí, Egipto y Jordania, sus pueblos siguen oponiéndose mayoritariamente a tales relaciones varias décadas después de que se firmaran esos tratados. En Marruecos y Bahrein la población sigue manifestándose en las calles para oponerse a la normalización y a las visitas de dirigentes israelíes. Por tanto, estos procesos de normalización constituirán un fracaso y no llevarán a que Israel pueda fortalecer su papel en la región ni a una disminución de la relevancia de la causa palestina.
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